viernes, 18 de julio de 2008

Vacaciones de verano


El descanso anual obligatorio
ordinarias, comunes, vacaciones
ya se olvidan deberes y razones
la oficina, el taller, el consultorioTomando el sol con desgano
parece un sueño lejano
la brisa suave en la cara
los paseos cotidianos




Es una hermosa noche de verano.
Tienen las altas casas
abiertos los balcones
del viejo pueblo a la anchurosa plaza.
En el amplio rectángulo desierto,
bancos de piedra, evónimos y acacias
simétricos dibujan
sus negras sombras en la arena blanca.
En el cenit, la luna, y en la torre,
la esfera del reloj iluminada.
Yo en este viejo pueblo paseando
solo, como un fantasma.
Antonio Machado




jueves, 17 de julio de 2008

Extremeño de adopción

José María Gabriel y Galán nació en Frades de la Sierra, Salamanca, 28 de junio de 1870. Hijo de campesinos propietarios de sus tierras. Pasa su infancia en el pueblo natal asistiendo a su escuela, y a los 15 años se traslada a Salamanca a proseguir los estudios, datando de esa época sus primeros versos. Simultáneamente trabaja en un almacén de tejidos. Obtiene en 1888 el título de maestro de escuela y se le destina a Guijuelo, a unos 20 Km de su pueblo natal. Tras una corta estancia se traslada a Madrid a continuar estudios en la Escuela Normal Central. Reside poco tiempo, pues la metrópoli le produce rechazo (la tilda en algunas cartas de Modernópolis ).

Es destinado a Piedrahíta (Ávila) donde pone en práctica los nuevos conocimientos pedagógicos adquiridos en Madrid. Su estado de ánimo es bajo, firmando las cartas a sus amigos como El Solitario.

El joven maestro se perfila ya como un muchacho triste, melancólico, muy sensible y de profundas convicciones religiosas (recibidas de su madre, Bernarda), que ya se notan en sus poemas. Al conocer a su mujer Desideria (a la que apoda cariñosamente mi vaquerilla) en 1893, sufre un cambio radical, que se acentúa a partir de su boda, un 26 de enero de 1898 en Plasencia. Abandona el puesto de maestro y se traslada a Guijo de Granadilla en Cáceres, donde administra la dehesa El Tejar, propiedad del tío de su esposa. Allí encuentra el tiempo y sosiego para madurar su poesía. Al nacer su primer hijo (Jesús, 1898) compone El Cristu benditu, primera de sus famosas Extremeñas. Fallece el 6 de enero de 1905, a consecuencia de una pulmonía mal curada. El ayuntamiento de Guijo de Granadilla mantiene la casa que habitó, como museo, donde se muestran manuscritos y objetos personales del poeta, donación de sus herederos.



Toda ciudad es dichosa

si tiene historia gloriosa,
bellos campos, cielo hermoso,
vida honrada y laboriosa,
puro instinto religioso.
Sabios hombres que admirar,
joyas de arte que lucir,
bellas mujeres que amar,
patriotismo que sentir
y caridad que imitar.
¡Vieja ciudad de los Fueros!
Tu historia cuenta legiones
de gentiles caballeros,
sapientísimos varones
y denodados guerreros.
Tus bellos alrededores
sembró la Naturaleza
de cuadros multicolores,
contrastes encantadores
que hacen mejor tu belleza.
Y eriales tienes baldíos,
y olivares pintorescos,
y peñascales bravíos
y edénicos huertos frescos,
y precipicios sombríos,
y una vega amena y grata
que riega amoroso el Jerte,
cuya corriente de plata
parece que se dilata
por si en ella quieres verte.
Y son en tan bella tierra
tan hermosos cielo y suelo,
que tu horizonte se cierra
con un pedazo de sierra
que es un pedazo de cielo.
Plasencia: para expresarte
lo deliciosa que eres,
bastaba con recordarte
tus bellísimas mujeres,
tus maravillas del arte.
Plasencia: tu historia honrosa
me ha dicho que eres gloriosa,
y mis ojos al mirarte
me dicen que eres hermosa,
que eres digna de cantarte.
Mas yo no sé si hoy tu vida
es la vida indiferente
de todo pueblo suicida,
o es vida sana y potente
de ricas savias henchida.
Vida pujante y briosa,
con cultura vigorosa
y actividades geniales
¡La vida brava y nerviosa
de un pueblo con ideales!
No sé si tú los tendrás,
pero supongo que sí,
pues no tan loca serás,
que ignores adónde vas
o mueras dentro de ti.
Pueblo que duerme es suicida,
y yo no puedo creer
que estés pasando la vida
lánguidamente dormida
sobre tus glorias de ayer.
¡Sueño loco, sueño vano,
del amor con que te mira
un rimador castellano,
que de su bárbara lira
te hace oír el canto llano!
Pueblo que tiene tu historia
debe estar siempre despierto,
y fresco está en la memoria
el recuerdo de una gloria
que dice que tú no has muerto.
Un día..., ¡qué infausto días!...,
la pobre Patria venía
llorando horribles traiciones,
con la bandera en jirones
y el honor en la agonía.
Loca, inerme, macilenta,
llorando a gritos la afrenta
que le hizo la iniquidad,
llegó a tus puertas hambrienta,
llamando a la caridad.
Y un grupo de caballeros,
heraldos de la hidalguía
de la ciudad de los Fueros,
oyó los sollozos fieros
con que la Patria gemía.
Y al frente de mucha gente
de esa que trabaja y calla,
de esa a quien llama canalla
la casta más decadente
que en las historias se halla,
salió a tus puertas gritando:
-¡Ábranse pronto esas puertas,
que está la Patria llamando,
y siempre han estado abiertas
para el que viene llorando!
Y abrió el amor en seguida
tus puertas, noble ciudad,
y entró la Patria afligida,
que en brazos se echó rendida
de tu hermosa Caridad.
¡Vieja ciudad de los fueros!
Sin alardes pregoneros,
han dicho bien lo que eres
tus patriotas caballeros,
tus compasivas mujeres.
¡Plasencia! La lira oscura
de un rimador sin grandeza
no intentará la locura
de ensalzar tanta nobleza,
de cantar tanta hermosura.
Objeto tan sobrehumano
como el de tus maravillas,
es de un Himno soberano;
no de las ruines coplillas
de un rimador castellano.
¡Funde un genio de la Historia
que eternice tu memoria
y haga tu gloria completa!
¡Engendra el hijo poeta
que sepa cantar tu gloria!
¡Plasencia: bien has ganado
tu derecho de vivir!
Tienes glorioso pasado,
tienes un presente honrado:
¡Dios te dé buen porvenir!

El extremeño

El extremeño Estremeñu o Castúo, como le llamó el poeta extremeño Luís Chamizo Trigueros, cuando en 1921 publicó su libro de poemas El Miajón de los Castúos en el que intentaba reflejar el habla rural y se define como castizo, mantenedor de la casta de labradores que cultivaron sus propias tierras.

Hace ya muchos años, que los extremeños ya no hablan así, yo desde luego no he conocido a nadie que hable de esta manera, aunque aun se conservan algunas palabras sueltas y diferentes según la zona. Desde que Luís Chamizo publicó El Miajón de los Castúos, un grupo de autores cultivan esta escuela literaria, que trata de encontrar la esencia de la identidad del pueblo extremeño.

¿Existe realmente un dialecto extremeño? Leyendo a Gabriel y Galán y Luís Chamizo, se ve una diferencia de escritura con los escritores regionalistas actuales. Yo creo que en Extremadura lo que existe es una pronunciación y una entonación diferente, pero no se puede hablar de dialecto, para hablar de dialecto, tendríamos que hablar y escribir de otra manera, y los extremeño hablamos el español con sus particularidades, y escribimos en el mismo idioma pero sin esas particularidades.

A mi me encanta leer poemas en extremeñu, y esta bien que se mantenga como parte de nuestra cultura.

Soy una ignorante en esta materia, por eso me sorprende ver unas diferencias grandes entre unos escritos y otros en estremeñu. Por ejemplo estos de J.L.C.Gómez y Jose Ramirez Lopez Uria.


Nada como el Badajog

qu’antaño hemog conocío,

lag egcursioneg a Caya

y lag girag junto ar río.

¡Aqueyag eran zagalag

y aqueyog eran amigog!

J.L.C.Gómez


MERIDA

En el tanto que vos hablo

me he dio gorviendo serio,

y me he dejao de gromas,

y jasta grave me he puesto,

porque mis señores gustan

de que vaya sacudiendo

ese pelo de la jesa

que llevaba en otros tiempos;

y porque habiendo viajao

tanto como vos refiero

unas miajas se pegan

de los hombres de celebro,

y echamos otro caraite,

y acabamos por jacenos

a la mano otras palabras

que las del lenguaje nuestro.


Además: que ya llegamos

a Mérida; y que tenemos

a la vista cachivaches

y cosas de tanto mérito

que no juera sido justo

andase con poco tiento.

¡Si habierais visto, zagales!

¡Qué gorpe de más efeto!

¡Llegá de plonto a unos llanos

pelaos y jasta feos

y encontrarvos las ruinas

metías en un bujero!


¡Eso sí que eran trabajos!

¡Qué anfitreato, mi agüelo!

Las plazas menumentales

que agora están construyendo

no deben ser más hermosas

ni deben tené más rueo.

¡Y vaya cachos de piedra

pa que las moviera el viento!

¡Fuera curioso enterase

de qué jorma las trujeron!


Estas cosas que vos igo

Son de tiempos tan añejos

que icen que en aquel estonces

dirnoraban por completo

lo que juera una escopeta

pa la cata d'un conejo;

y ni jumaban petillos

tan siquiera de veneno

como son las tagarninas

que en el istanco escogemos.

En fin. ¿Pa qué más palabras?

Con decirvos que era en tiempo

de los romanos, de fijo

vos queáis satisfechos.


No jumaban, ni tiraban

tiros, los mozos aquellos;

pero pá tallá la piedra

eran unos feloménos.

¡Qué escurturas! ¡Qué mujeres

más hermosas! ¡Y qué frescos

los vestios! Bien pudiera

ser que en los tiempos aquellos,

como jace tantos años,

no habiera entavia ivierno.


Pos ¿y los hombres? ¡Qué juertes!

¡Chacho! ¡Serían de jierro

singún los cachos de mármoles

ande copiaos los vemos!


En aquel anfitreato

Se runían, yo me pienso,

que pa que se celebraran

sesiones de ayuntamiento;

pos por lo visto ya estonces

usaban tales enreos.

Allí se discutiría

la cuestión de los impuestos,

y dirían por trabajo

los paraos jornaleros.


¡Qué antiguas son estas cosas!

¡De los romanos ná menos!


Pero me he metio en grandes

riflexiones y no es güeno

que por jaceme el leio

vos resurte majaero.


Pudiera decirvos mucho,

porque oído mucho tengo,

del Acueduto, del Arco

de Trajano y to lo güeno

que.en Mérida se conserva

de cuando jué tan gran pueblo

que aseguran que jacia

por tres Madríles lo menos.

Pero cuando mis señores

vengan que lo cuenten ellos;

que ellos son los que lo saben

y los que me lo dijeron.


Cuando vengan al cortijo,

y mientras zumban los vendos,

y con los cachos de ancina

vamos avivando el fuego

ascucharéis lo que han visto,

que es tanto y de tanto mérito

que hais de quear como estatuas,

pasmaos y boquiabiertos.

lunes, 14 de julio de 2008

Aires de mi tierra




Si guapag son lag mozag

de Cañaverág,

lag de Garroviyag

no te digo ná.


Quien diga qu’Egtremaúra

la der Tajo, ya no pita,

eg nieto d'una tía suya

o sobrino d'una prima.

Si hay quien nog moje la oreja

que se degtape y lo diga.


Pimiento picante

o miel a jartá:

Ar son que nog toquen

sabemog bailá.


Yo rompo en son de fandangog

que s'entonam en toa Egpaña,

porque a egpañola cagtiza

nadie a mi tierra aventaja,

y en egto son log der Tajo

como log der Guadiana.


Log Barrog la viña,

la Vera er jardín;

log mejoreg jigog

son log d'Armoarín.


Nada como el Badajog

qu’antaño hemog conocío,

lag egcursioneg a Caya

y lag girag junto ar río.

¡Aqueyag eran zagalag

y aqueyog eran amigog!


En Puerta de Palma

me digteg er sí

y a la tarde en Bótoa

con otro te vi.


¡Ay, quien viera en Santa Olaya

moviendo lag panderetag

en er carro de varaleg

lag campuzag cacereñag,

con pañuelog de sandía

y con pendienteg de rueda!


Ayer me salió un novio

qu'eg hortelano

de la huerta mág verde

de junto ar Marco.

Plasencia para egperanzag,

Trujiyo para recuerdog,

Garroviyag pa chorizog

y Brozag para borregog;

pa olivog Sierra de Gata

y pa vino Cañamero.


Pucherog d'Arroyo,

cerezag d’Hervag,

jamón de Montánchez,

queso der Casá.

J.L.C.Gómez

lunes, 7 de julio de 2008

LAS HURDES

Si en todas partes del mundo el hombre es hijo de la tierra, en las Hurdes la tierra es hija de los hombres"
Miguel de Unamuno

Las Hurdes es una región de belleza singular, con un complejo de singularidades y atracciones que la hacen únicas en España. En 47.000 hectáreas (470 kilómetros cuadrados) de sierras y barrancos se sitúan cuarenta núcleos de población que totalizan solamente 8.000 habitantes. Se encuentra al norte de la provincia de Cáceres, formando fronteras con Salamanca. Es un enclave natural, perfectamente delimitado por series de barreras montañosas.

Al norte: las sierras de Francia y de las Mestas

Al sur: Vaqueira, Serrejón y los Ángeles

Al este: los montes de la Alberca y Sotoserrano

Al oeste: la Sierra de Gata

Los municipios de esta región son Caminomorisco, Casares de Hurdes, Ladrillar, Nuñomoral, Pinofranqueado y Cottolengo fundado para acoger necesitados incurables, realiza una labor destacadísima en todos sus campos.

Las Hurdes tienen un clima muy diverso debido a su especial configuración y a la multiplicidad de las montañas.

El conjunto, debemos hablar de un clima templado. Las temperaturas estivales, durante el día, sobrepasan con normalidad los 30º C. En la noche nunca superan los 27ºC.

El invierno es duro. En las zonas montañosas (que son la mayoría), las horas de sol son pocas. Las heladas duran mucho tiempo. En una misma jornada se puede pasar del calor al mucho frío. La nieve es frecuente en los montes.

El periodo ordinario de lluvias aparece ligado a los meses de noviembre y diciembre. Las tormentas en primavera y verano son frecuentes y, antes, muy temidas debido a las crecidas, que forman barrancos profundos y capaces de poner en peligros las humildes viviendas situadas el las laderas de las montañas.

En verano la sequía se hace notar hasta el punto de que ríos, tan importantes como el Hurdano, prácticamente desaparecen.

La vegetación, pobre y típica a la vez tiene que desarrollarse en un medio hostil y difícil por apoyarse en suelos de pizarra.

Las mayores extensiones están ocupadas por especies muy pobres: jara, brezo, tomillo, lentisco, carrasca, romero, madreselva, zarzas... que solo posibilita floraciones aptas para las abejas.

Cuando florecen, allá en primavera, cubren las sierras con gamas de coloridos variados, como el blanco, el rosa, el morado... Se mezclan luego con grises y ocres de las pizarras y dan la sensación de un manto policromo que se prolonga hasta el infinito, donde se encuentran con los horizontes nevados de la sierras de Francia, de Gata o del Calvitero.

Entre los árboles destaca el castaño, acebo, aliso, roble, alcornoque, encina... especies contradictorias que se hermanan en esta singular tierra.

Hoy las mayores extensiones se habían reservado para el pino foráneo, resinoso y maderero, con el que no están muy de acuerdo ni los ecologistas ni los naturales, porque cambia su medio natural. También existen cultivos frutales de cerezo y fresas.

El suelo urbano esta formado, principalmente, por pizarras de los tres sistemas: Cámbrico, Silúrico y Devónico. Predomina el primero con pizarra de colores gris, azulado o rojizo.

En la Fragosa se hacen muy silíceas convirtiéndose en un espacio de 20 a 30m en roca silícea.

El aspecto y la escasísima pesantez de la piedra, parecida a la piedra pómez, hacen presumir que se trata de un volcán apagado o resultado de emanaciones gaseosas.

Las pizarras adoptan todas las posiciones muchas veces verticales. Estas llamativas características configuran el paisaje de las Hurdes. Constituyen la causa principal de su belleza y de su pobreza. Están tan superficiales que la erosión de la tierra esta convirtiendo el terreno en una “tierra sin tierra”.

En otras partes se cubren de una pequeña capa de tierra de 10 a 20 cm. de espesor, conde crece la típica vegetación hurdana.

Las huertas fértiles son muy pequeñas. Algunas están formadas artificialmente, trasladando la tierra hasta el lugar. El aspecto que ofrecen al espectador el único. Junto a las escarpadas alturas, con descensos y ascensos acusadísimos, verticales incluso, con cortadas, cascadas y barrancos, se ven los distintos planos de las capas pizarrosas. Parecen escalones que ascienden como si quisieran tocar el cielo.

Luego los surcan veredas y senderos, zigzagueantes, empinados, estrechos y siempre difíciles. Por ellos trepan de uno en uno, hombres y animales.

Todas las Hurdes Altas y gran parte de las Bajas son de esta manera.

La comarca de las Hurdes se trata de una especie de pentágono irregular cuyo nudo principal es la sierra de Francia, de donde parten las demás cadenas montañosas.

Entre las sierras se esconde unos apacibles valles, cuyas entradas se reducen a puertos ásperos como “El Portillo”, “Los Ladrones”...

Los ríos que fecundan estos valles son muchos. Algunos no merecen ni el nombre de ríos, y por eso se les llama barrancos. Como principales citar Batuecas, Ladrillar, Hurdano, Malvellido, Esperabán, Ovejuela y Los Ángeles. Todos terminan por desembocar directa o indirectamente en el Alagón afluente importante del Tajo y que sirve de frontera. A veces las aguas tienen que salvar desniveles muy altos, o bien se hunden en simas profundísimas sin dejar espacios para cultivos. Se forman por ello notables cascadas como las del Gasco o el Chorrito, que salvan alturas cercanas a los 100m.

Los poblados tienen que aprovechar los tramos últimos de los montes y aparecen colgados de las altas estribaciones.

Aunque es tradicional la división en Hurdes Altas y Bajas, es preferible la división por los cinco municipios que agrupan las viejas alquerías.

Como ya sabemos la densidad de población es la relación entre el número de habitantes de un lugar determinado y su superficie expresada en habitantes por Km. cuadrado.

En el caso de las Hurdes, en 47.000 Hc de sierras y barrancos se sitúan 40 núcleos de población que totalizan solamente 80.000 hab. Resultan 18 hab. por Km. cuadrado y 200 por poblados.

Para ver lo característico de este lugar tenemos el ejemplo de algunos de sus municipios en cuanto al numero de habitantes: Nuñomoral se extiende en 9662 Hc y lo pueblan 1368 hab. Pinofranqueado con una extensión de 14.863 Hc pobladas por 1650 hab.

Los 8000 hab. de las Hurdes se agrupan en cinco municipios ya nombrados. Caminomorisco y Pinofranqueado forman las Hurdes Bajas, Nuñomoral, Casares de Hurdes y Ladrillar forman las Hurdes Altas. Cada uno de estos ayuntamientos, a su vez, se diversifican en alquerías, o grupos pequeños de población, hasta un total de 40. Hecho que ha dificultado el desarrollo urbanístico.

Se buscaron lugares apropiados para construir majadas y, luego, no se les permitió convertirse en viviendas más espaciosas. Estas mismas viviendas se levantaban unidas unas a otras sin orden ni planificación. Como tenían que salvar grandes desniveles, cualquier espacio apropiado servia para levantar la vivienda. Se buscaba el descanso para la entrada. Luego la forma recta o curva, ya no tenía importancia.

Las calles por falta de espacios se estrechaban al mínimo. Estrictamente lo suficiente para pasar un animal o una persona. La determinación y la orientación de las calles, las condicionaban los grandes desniveles del terreno. Lo normal era la existencia de frecuentes escalones o callejas ciegas. En la actualidad se han superado estas dificultades y los núcleos urbanos buscan lugares idóneos para planificarse con normalidad.

Existe una tendencia creciente a la agrupación o concentración urbana en puntos clave. Se prefieren los vallecitos del sur donde están surgiendo los núcleos de población más importantes. Resulta difícil abandonar los esquemas y lugares anteriores, entre otras razones porque aquí también están muy caros los solares. Los pueblos siguen condicionados por los viejos servilismos del pasado.

Todavía quedan bastantes ejemplos de esas casitas típicas en varias alquerías como: El Gasco, La Fragosa, Martilandran, Riomalo de Arriba... son construcciones de pizarra y barro, con techos de paja y helechos cubiertas de otras pizarras oscuras. Apenas existían ventanas ni tragaluces. El interior lo ocupaban dos habitaciones en las que se mezclan indistintamente personas y animales.

La indumentaria llamada típica.

El hombre viste bombacho de pana que le alcanza hasta las rodillas, chaleco escotado con doble fila de anchos botones metálicos, calceta blanca, zapatín atacado con agujetas y sombreros de fieltro con guirnaldas de rosas encendidas. La mujer lleva saya de picote ribeteado de colorines, blusa de tela de colcha vistosamente rameada, mandil multicolor y en la cabeza un gran pañuelo ajustado con gran pico colgante sobre la espalda. Las mozas lucen collares de bisutería reforzados con lazos y grupos de rosas prendidos en los hombros.

Un rasgo distintivo de las Hurdes es el que se refiere a su habla. Se ha dado en llamar impropiamente dialecto hurdano a una peculiar forma de hablar que trasciende los límites naturales de la comarca. Entre las particularidades nos encontramos con que la “h” se pronuncia como “j”, que existe una “s” intervocálica que se pronuncia como “h” aspirada, que se pierde o aspira las consonantes “s y z” colocadas al final de voz o de sílaba, que se aspira las vocales de principio de palabra cuando el anterior termina en “s” y que las vocales finales “o y e “ se cierran hasta confundirse con la “u y la i “ respectivamente. Estas formas dialectales han recreado una rica cultura oral que se pone de manifiesto en la paremiología en los cuentos, en los romances, en los dictados tópicos, en las formulillas oracionales... En las Hurdes se mantiene una gran riqueza romancística que en gran medida comparte con la que es común al resto de las comarcas de las provincias de Cáceres. A los romances históricos, pastoriles, amatorios, picarescos vienen a unirse los más recientes romances de ciego que incluso nos aproximan a tragedias de la misma comarca.

Los pueblos de las Hurdes poseen una gran riqueza en leyendas. Ya las utilizó Lope de Vega en su comedia “Las Batuecas del Duque de Alba”. El hurdano es un hombre dotado de una despierta imaginación que ha empleado en justificar su vida motivando las cosas que le rodean. La leyenda precisamente nace para eso, para dignificar el prosaísmo que intoxica nuestros alrededores.

Entre las leyendas clásicas de las Hurdes están: La Aparición de Nuestra Señora de los Ángeles, El Chorrito de los Ángeles, El Cotorro de las Tiendas, El Volcán del Gasco, La Cueva de Roldán, Los Descendientes de Don Rodrigo... Los griegos ponían dioses, los hurdanos ponen leyendas.

El abandono a que se condenó a esta comarca, permitiéndole pocas conexiones con el exterior obligaron a sus a buscar las explicaciones de sus trascendentes interrogaciones en los medios y personas en quienes creían encontrar fuerzas supranormales. Persistieron así durante más tiempo, esas formas culturales, antaño frecuentes, pero que en otros lugares ya habían desaparecido.

Las creencias en duendes y brujas, en amuletos y talismanes, adivinos y curanderos, con el fin de remediar enfermedades de personas o animales, han llegado hasta épocas muy recientes. La culpa no a de cargar sobre los hurdanos sino sobre los que mantuvieron a estas gentes privadas de médicos y otros adelantos. Por eso a resultado difícil remover todas las cenizas del atraso. Hoy no son más que pasatiempos muy concretos sin ambiente popular. Los tesoros siempre han sido muy buscados en estas tierras y en la actualidad se sigue creyendo en ellos.

La economía de esta región se ha sustentado sobre la sencilla base de las cabras y de las colmenas. Las colmenas destacan por su abundancia y calidad. Producen miel y polen excelentes porque el brezo, la jara y el tomillo, proporcionan flores optimas. Solo Pinofranqueado ha llegado a tener 15000 colmenas, que arrojaban una producción media anual de 200000 Kg. de miel y 60.000 k.o. de polen.

Las cabras constituían también otras de sus mejores posibilidades económicas. La explotación, por el contrario se ha desarrollado en formas rudimentarias. Cada propietario posee un número pequeño de cabezas, que el clan familiar alimenta en los pastos comunales de los montes. En menor cantidad existen ovejas, burros, mulos, caballos, signos de la precariedad de los terrenos. En el norte el burro sigue siendo el más fiel compañero de trabajo para el hombre.

Entre los peces la trucha y el barbo vivían cómodos en las cristalinas aguas de las Hurdes o de sus alrededores hasta que ha llegado la creciente ola de pescadores que lo invade todo. Desde la existencia del embalse “Gabriel y Galán abundan el black-bass, el lucio y las carpas. Los animales salvajes vuelven ha desarrollarse: jabalíes, jineta, zorras, águilas, halcones, buitres...

Entre los cultivos tradicionales permanece todavía el olivo, que proporciona aceites de excelente calidad producido en los vetustos lugares que están a punto de desaparecer. En las vegas y huertas se cultivan algunos frutales como la higuera, el ciruelo, el manzano o el peral. Sin embargo existe hoy un creciente entusiasmo por el cerezo y las fresas.

La industria y Fuente de energía. El sector secundario en esta zona es prácticamente nulo ya que su economía se basa en la agricultura y ganadería. En concreto está basado en las cabras y las colmenas (miel). En la actualidad la industria moderna en el campo animal se orienta al porcino con una oferta de tipo industrial.

La artesanía que aunque no es abundante, si es muy variada donde viene a suponer una serie de manifestaciones residuales de lo que hasta no hace muchos años significó un “modus-vivendi” y algunos de sus operarios. En el Gasco no falta quienes trabajen candiles de piedra ni quienes hagan el vaso de las cachimbas de lava volcánica, si bien recurren a la raíz de brezos para ambas elaboraciones. Sin duda la madera es la materia prima mas utilizada por los “artesanos” de todo esta área del norte de Cáceres. Así en el Gasco tenemos fabricantes de objetos de adorno y utilitarios, como el mechero de pescozón, en Casares de Hurdes, Cereza y Fragosa, de castañuelas; en Asegur de flautas; y en Fragosa de tamboriles. Con la cestería nos topamos en Casares de Hurdes mientras que la sombrerería de bálago de paja de centeno se trabaja en Pinofranqueado.

En lo que atañe al arte textil citar las labores de deshilado, los encajes de ganchillo, los encajes de bolillo y los bordados del conjunto de las Hurdes. El sector servicios es mínimo debido a la despoblación, carácter rústico, aislamiento de esta zona y situación geográfica.

Como cada uno de los ayuntamientos se divide en alquerías o grupos pequeños de población, ha dificultado el desarrollo urbanístico de esta zona. El difícil acceso es un grave impedimento para el desarrollo del tercer sector. Todos los pueblos y alquerías de las Hurdes están comunicados por carreteras asfaltadas. No obstante dado las dificultades del terreno, el ancho de algunas de ellas es incómodo sobre todo para los autocares. Junto a las carreteras oficiales toda la región hurdana está cruzada por una tupida red de caminos vecinales y cortafuegos. Por muchos de ellos se puede caminar en coche y siempre deben ser utilizados para ascender a las montañas.

En la zona norte se han realizado grandes cortes en pizarras de los montes buscando el nacimiento del río Hurdano para construir presas y retenciones de agua. Todos estos medios de comunicación moderna han sustituido a los antiguos caminos que durante siglos, fueron los únicos medios de comunicación. Forman Con los senderos y veredas de unos 50 cm. se salvan de la manera más rápida increíbles desniveles.

Cantos

«Las estrellas del cielo
cómo relucen
con el aceite que vierten
los de Las Hurdes.»

Entre las sierras que baña

el bello paisaje hurdano,

nació un pueblo cristiano

parecido a una cabaña.

Y siendo de todos los pueblos

Las Hurdes siempre una flor

en hidalguía, en amor,

la que más belleza encierra

es la más hermosa tierra

pa'l amor y pa'l placer.


JUAN LUIS CORDERO GOMEZ

jueves, 3 de julio de 2008

Extrema y dura. festividades tradicionales


Extremadura, Luis Chamizo.

Porque semos asina, semos pardos,
del coló de la tierra,
los nietos de los machos que otros días
triunfaron en América

El nombre de Extremadura deriva del latín Extrema Dorii (Extremos del Duero, o más bien "En el otro extremo" del Duero, haciendo referencia a su posición al sur de este río), con el que se designaban los territorios situados al sur de la cuenca del río Duero (y sus afluentes)
Sin embargo, hoy goza de mucha mayor aceptación la tesis de que el vocablo Extremadura se usaba, en general, durante la Reconquista para denominar a la tierras situadas en los "extremos", la frontera, de los reinos cristianos del norte en particular, de los reinos de León y Castilla con Al-Andalus. Así, Extremadura es el nombre que reciben las tierras de frontera de Castilla, en torno a la actual provincia de Soria (recordemos que el escudo de su capital dice Soria pura cabeza de Extremadura) se trataría de la Extremadura castellana, y Extremadura es el nombre que reciben también los territorios "extremos", más alejados y en primera línea de defensa frente al enemigo islámico durante la Reconquista, del Reino de León, que ocuparía inicialmente buena parte de la actual provincia de Cáceres, para extenderse hacia el sur tras la conquista del reino taifa de Badajoz: se trataría ésta, pues, sensu stricto, de la Extremadura leonesa.

FOLCLORE EXTREMEÑO

Dentro del folclore extremeño, en lo referido a danzas, podemos destacar las jotas, los fandangos, jota del triángulo, paleos, pindongo, perantón, sones brincaos y sones llanos, flamenco (jaleos extremeños, tangos extremeños)...
Extremadura no cuenta con instrumentos musicales típicos con algún elemento autóctono que lo defina, no obstante junto con las tradicionales guitarra, laúd, acordeón pandero, y bandurria se han introducido instrumentos de percusión del entorno doméstico como el almirez, el caldero, la botella de anís, el cántaro, la sartén, las campanillas, los cencerros, en la Alta Extremadura pervive la flauta y el tamboril.
La variedad de tradiciones populares, perpetuadas en las fiestas de Extremadura está salpicada de festividades tradicionales, desde el comienzo del año, hasta el último día del mes de diciembre.

NAVIDAD

Las Rajas, la Misa de la Gallina y el Auto Sacramental (Galisteo).
El Tuero (Aldea del Cano).
La Borrasca de Navidad (Ceclavín).
Hogueras de Nochebuena (Azuaga).
La Adoración de los Pastores (Casar de Palomero).
Las Jornadas (Torrejoncillo).

LOS CARNAVALES

Los Corros (Arroyo de la Luz).
Los Bujacos (Casar de Cáceres).
Fiesta de las Comadres (Escurial).
El Peropalo (Villanueva de la Vera).
La Muerte del Carnaval (Olivenza).

CUARESMA Y SEMANA SANTA

Los "empalaos" (Valverde de la Vera).
Los flagelantes (Ahigal).
Escenificación de la Buena Mujer (Barcarrota, Acehuchal).
El Judas (Cabezuela, Torremenga, Cabeza la Vaca).
La "Enramá" (Orellana la Vieja).
La "Alborá" (Casar de Palomero).

FIESTAS DE MAYO

Los Mayos (Campanario).
La "Enramá" (Garbayuela, Pinofranqueado).
Los Ramos (Navaconcejo, Casas del Castañar).
Las Cruces y la Entrega (Acehuchal).
La Cruz de Mayo (Tornavacas, Ceclavín).
Fiesta de la Santa Cruz (Feria).
El Ramo del Cristo del Amparo (Jerte).

FIESTA DE SAN JUAN

Las hogueras de San Juan (Orellana la Vieja).
Los niños alunados (Navas del Madroño).
Las brujas (Tornavacas, Trujillo).
Los convertidos en flores (Fregenal de la Sierra).

La mayoría de estas fiestas son de carácter religioso.

TRADICIONES DE ÁNIMAS

El ramo de ánimas (Casar de Cáceres).
El toque de ánimas (Tornavacas).
El Carnaval de ánimas (Villar del Pedroso).

FESTIVIDADES MARIANAS

La "encamisá" de la Inmaculada Concepción (Torrejoncillo).
La "encamisá" de San Antón (Navalvillar de Pela).
Fiesta de los escobazos en vísperas de la Inmaculada (Jarandilla).
Fiesta de San Blas (Pasarón de la Vera, Aldeacentenera, Nuñomoral).
Vaca romera de San Blas (Garrovillas).
f) Celebración de San Sebastián:
El taraballo (Navaconcejo).
El jarramplás (Piornal).
Las Carantoñas (Acehuche).
Los corros de San Sebastián (Capilla y Peñalsordo).
San Mateo: la danza de los tableros (Torre de Santa María).
El cordón de San Antón (Brozas).
Los auroros de Nuestra Señora del Rosario (Zarza-Capilla).
En todas estas manifestaciones se ponen de relieve las tradiciones populares, canciones, creencias, costumbres culinarias, actividades lúdicas etc.

GASTRONOMÍA.

Los hábitos alimentarios del pueblo extremeño se han caracterizado históricamente por su austeridad y naturalidad. Los productos de la huerta y los proporcionados por los animales domésticos y de explotación ganadera, unido a la variedad en la repostería, han sido la base de la alimentación durante siglos.
El típico cocido, las migas o las sopas de cachuela, los productos de la matanza, los quesos de elaboración artesanal y los dulces perrunillas, roscas, bollos de Pascua forman, entre muchos, la cultura culinaria de la región.

COPLAS O DICHOS LOCALES

Don Benito melones

La Haba habas

Villanueva panizo

Llueva ó no llueva Pan hay en Orihuela

Arenillas de Villanueva, quien las pisa, nunca las niega

Tres cosas tiene Zorita que no las tiene Madrid: el molino, la chopera y la casa de Solís.

En Cuacos, cebollas y en Jarandilla, ollas.

Nabos Quintana

Malpartida, para nobles;
Arroyo, para pucheros;
el Casar para estudiantes;
Cáceres pa bordoneros.

Malpartida es un jardín
que existe en Extremadura
y sus rosas son las niñas
de su fragante hermosura.

Arroyo, puchereros;
Guareña, tinajas;
Tierra de Barros, botijeros.

Jacaicejo está en un cerro,
Deleitosa en un jaral,
Torrecilla en una tiesa
y Trujillo en un berrocal.

Don Benito, por bonito;
Guareña, por sus bodegas;
Medellín por el castillo;
para tinajas, Castuera.