Nueve años en Jaraiz de
Corresponsal de la emisora “
Sin embargo, Marcelo Blazquez Rodrigo no ha hecho de
Jubilado ya, ha dado a luz “Un cura entre rejas”, publicado por ediciones
Nueve años en Jaraiz de
Corresponsal de la emisora “
Sin embargo, Marcelo Blazquez Rodrigo no ha hecho de
Jubilado ya, ha dado a luz “Un cura entre rejas”, publicado por ediciones
Hoy en día esta festividad es la “Feria Mayor” de la ciudad y posiblemente la más multitudinaria y bulliciosa de Extremadura, dándose cita numerosos actos que atraen el interés de los ciudadanos y visitantes, especialmente del vecino Portugal. Además de la solemne función religiosa oficiada por el arzobispo de la ciudad, en honor a San Juan, cuya imagen preside el altar mayor de
El Real de
Fuente www.badajozjoven.com
El nombre JUAN: Procede del hebreo Yo-hasnam, con el significado de “Dios es misericordioso”. Otra etimología muy cercana es la de Jo-hanan o Jo-hannes, que significa “Dios está a mi favor”. Empezando por san Juan Bautista, la personalidad de los santos y otros hombres insignes que han llevado este nombre, es inconmensurable.
La costumbre de encender fuegos parece que proviene de antiguos cultos paganos. Cuenta la leyenda que las cenizas del fuego previenen las epidemias y curan las enfermedades de la piel. Para tener un buen año también se dice que es necesario saltar la hoguera al menos tres veces.
San Juan es uno de los santos más festejados de toda Europa y durante ese día millones de personas con ese nombre, en distintos idiomas, Juan, Joan, Jean, John, etc.
En Cataluña se celebra La nit de Sant Joan de forma espectacular, con grandes hogueras por todas las calles de ciudades y pueblos y sobre la arena de las playas. Muchas personas aprovechan las cálidas temperaturas estivales para darse un baño nocturno a la luz de la luna. Las hogueras se suelen acompañar de verbenas en casi todos los lugares, donde los grupos de amigos se reúnen para cantar, bailar y reír bajo guirnaldas de farolillo. Durante esta noche se lanzan fuegos artificiales y se disfruta comiendo la famosa coca de piñones y frutas confitadas.
La noche de San Juan siempre se ha relacionado con tradiciones ambientadas en torno al fuego. Tanto es que bien a menudo se le denomina
Florecimiento de
Para esto es necesario subirse al árbol y observar las ramas más altas, lugar donde florece la flor. La tradición dice que cercano a las doce se oyen gruñidos, ruidos, maullidos y hasta gritos espantosos o se ve aparecer al diablo, serpientes y arañas. Al que no tiene miedo no le pasará nada y logrará ver la higuera llena de flores. Debe tomar solo una y ponérsela en el pecho y después bajar del árbol. Al día siguiente desaparece la flor, pero el valiente tendrá fortuna y felicidad.
Las hierbas de San Juan
tienen virtudes para todo el año
un rebomborio grande:
se siente el tamboril,
la dulzaina y gente
que alegre se apresta,
a guisa de comparsa,
formando desfile
feliz y exaltada.
Era una noche del mes
de mayo, azul y serena.
Sobre el agudo ciprés
brillaba la luna llena,
iluminando la fuente
en donde el agua surtía
sollozando intermitente.
Sólo la fuente se oía.
Después, se escuchó el acento
de un oculto ruiseñor.
Quebró una racha de viento
la curva del surtidor.
Y una dulce melodía
vagó por todo el jardín:
entre los mirtos tañía
un músico su violín.
Era un acorde lamento
de juventud y de amor
para la luna y el viento,
el agua y el ruiseñor.
«El jardín tiene una fuente
y la fuente una quimera…»
Cantaba una voz doliente,
alma de la primavera.
Calló la voz y el violín
apagó su melodía.
Quedó la melancolía
vagando por el jardín.
Sólo la fuente se oía.
Entre el Tajo y la sierra de Montánchez, la antañona ciudad se alza sobre una penillanura pedregosa vestida de granito, con el aire batallador que le dan murallas y torres.
Corona la postal un castillo de origen romano en lo alto de un cerro. Ya lo dice el viejo dicho.”Cuando vayas a Trujillo, por donde entrares hallarás una legua de berrocales”. La ciudad se asienta en el territorio más elevado de la provincia, en que encinas, alcornoques, olivos y cereales salpican sus horizontes abiertos.
Tras un largo bagaje histórico que tiene por protagonistas a celtas y griegos, los romanos la bautizaron Turgalium, y en honor de un dios latino llamado Turgalum levantaron su fortaleza. Los musulmanes llegaron en el siglo IX y construyeron las murallas, las torres y el aljibe. Entre el imperio de la media luna y el de la cruz, la villa vive con los nombres de Turgiela y Truxillo, hasta que Fernando III la conquista definitivamente el 25 de enero de 1232, con milagro incluido. Entre las dos torres que custodiaban la puerta de la fortaleza se apareció
A
De la muralla quedan en pie treinta y dos torreones, y sobre un cerro rocaso llamado Cabeza del Zorro se levanta el castillo de torres cuadradas, construido por los aganeros hacia el siglo X sobre los cimientos de una fortaleza romana. Sirvió de cobijo a doña Juana
La iglesia de Santa María