sábado, 3 de enero de 2009

Los Reyes Magos

Los Reyes Magos forman parte del espíritu de la Navidad, del reencuentro familiar, simbolizan cada año la importancia de los niños. La fuerza de los hombres y mujeres de buena voluntad hace que cada año revivan en nuestros corazones, y con una gran ilusión nos convirtamos en magos. Todos somos reyes magos.

Nacido, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en oriente y hemos venido a adorarle. Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.

Melchor (Magalath), anciano de blancos cabellos y larga barba del mismo color, procedente de Europa; Melchor entrega la mirra, La mirra es una sustancia rojiza aromática que es común en medio oriente y Somalia. Era muy valorada en la antigüedad para la elaboración de perfumes. La mirra es el símbolo del hombre.

Gaspar (Galgalath), el más joven y rubio de los tres reyes magos procedente de Asia. Gaspar entrega el incienso, El incienso es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que se añaden aceites de forma que al arder desprenda un humo fragante y un olor característico. El incienso en el símbolo de Dios. En muchas religiones el incienso se utiliza en los ritos religiosos.

Baltasar (Serakin), de raza negra, procedente de África, Baltasar entrega el oro, el más precioso de los metales. El Oro es el símbolo del Rey.

La descripción de los tres reyes magos fue hecha en el siglo XIV por un monje benedictino Beda.


Los tres Reyes Magos


Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.

Vengo a decir: la vida es pura y bella.

Existe Dios. El amor es inmenso.

¡Todo lo sé por la divina Estrella!

Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.

Existe Dios. Él es la luz del día.

La blanca flor tiene sus pies en lodo.

¡Y en el placer hay la melancolía!


Yo soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro

que existe Dios. Él es el grande y fuerte.

Todo lo sé por el lucero puro

que brilla en la diadema de la Muerte.

-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.

Triunfa el amor, y a su fiesta os convida.

Cristo resurge, hace la luz del caos

y tiene la corona de la Vida.

Rubén Darío

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