¡Feliz Año Nuevo!

Terminamos un año y saludaremos al Nuevo, tomando las tradicionales 12 uvas de la suerte, la mayoría de las familias al son de las campanadas de la Puerta del Sol delante de la televisión, después de los brindis por el Año Nuevo, cada uno sale a celebrarlo a su manera, los jóvenes por un lado y los menos jóvenes por otro.
El origen del reloj de la Puerta del Sol data de 1866, cuando José Rodríguez Losada, un prestigioso relojero leonés, construyó en Londres un mecanismo que donó al pueblo de Madrid como muestra de admiración hacia la reina Isabel II.
Al parecer la tradición de las uvas comenzó según Wikipedia, en España, desde 1909 en el que unos viticultores del Penedès, la iniciaron para dar salida a un excedente de cosecha. Según la tradición, el que se coma las doce uvas al compás de las campanadas tendrá un año próspero. Ciertas casas comerciales vieron en esta tradición una buena oportunidad y a principios de los años 2000 comenzaron a comercializar botes con doce uvas, peladas y sin pepitas.
Después de las doce uvas de la buena suerte, existen muchas supersticiones para empezar el año y tener suerte, ponerse ropa interior roja, para brindar y conseguir dinero y amor echar en la copa de cava un anillo de oro, para tener concordia y paz en el hogar, la canela, poner a cocer siete varas de canela en rama media hora antes del final del año, cerrar las ventanas y dejar que la casa se impregne del olor, así se purificará y se recibirá el año con tranquilidad, el brindis a la pata coja, sólo con la pierna derecha apoyada en el suelo.