
Silencio y paz. Fue llevado al país de la vida. ¿Para qué hacer preguntas? Su morada, desde ahora, es el Descanso, y su vestido, la luz, Para siempre. Silencio y paz. ¿Qué sabemos nosotros?
En la salida del sol y a su puesta, los recordamos. En el viento tibio y en el frío del invierno, los recordamos.
Al abrirse los brotes y en el renacer de la primavera, los recordamos.
En el azul del cielo y en el calor del verano, los recordamos.
En el susurro de las hojas y en la belleza del otoño, los recordamos.
En el principio del año y cuando se acaba, los recordamos.
Cuando estamos cansados y necesitados de fuerza, los recordamos.
Cuando estamos perdidos y desalentados, los recordamos.
Cuando tenemos alegrías que deseamos compartir, los recordamos.
Mientras vivamos, también ellos vivirán, pues son ahora parte de nosotros, cuando los recordamos.
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