jueves, 1 de octubre de 2009

Ya llegó el otoño

Después de la frenética actividad del verano, llegó el otoño. Parece que todo se ralentiza, los días se acortan y se vuelven grises. Le llaman la estación de la melancolía.
Yo la considero otra estación más, un poco más oscura, tal vez, pero en la que puedo disfrutar (después de tanto sol y playa) de un poquito de naturaleza.
Para empezar si se dispone de tiempo, acercarse a ver la berrea de los ciervos es todo un espectáculo que nos ofrece la naturaleza y que no podemos dejar escapar.
Otra cosa, fantástica para mí es poder ver la migración de las aves hacia el sur, aunque no esté en Gibraltar, si tengo suerte y me entero de algún lugar por el que tengan ruta de bajada me gusta verlas en formación, parece mágico.
Bueno, y un poco más cotidiano, ya empieza la temporada de setas, salir al bosque para recogerlas es muy popular, incluso en algunos pueblos celebran la fiesta del bolet con bastantes actividades y la verdad es que cocinándolos hacen verdaderas maravillas.
Aparte de recoger setas (que no es lo mío precisamente) los bosques están preciosos, adquieren todo tipo de tonalidades, marrón claro, oscuro, beige, ocre, rojizo, anaranjado, etc. Digno de ver y fotografiar.
También en el campo solemos disfrutar de barbacoas con los amigos, no hace tanto calor como en verano, ni tanto frío como en invierno, la temperatura ideal para poder aguantarla.


2 comentarios:

Pilole dijo...

El Otoño para mi es la època más bonita del año, aunque es melancolica, pero es un placer salir a caminar al campo, al bosque y ver esas tonalidades, es una gozada. Nosotros aquí teníamos un bosque inmenso pero Agosto del 2003 se lo llevó todo en un gran incendio, fué una pena, en fín no nos pongamos tristes, al mal tiempo buena cara. Un beo.

Marita dijo...

Pilole todas las estaciones tienen su encanto, mi preferida es la primavera, es como una explosión de vida con el renacer de las flores, a mi las flores me encantan, y Extremadura según recuerdo en la primavera estaba alfombrada de flores, sobretodo margaritas. ¡Hace tantos años que no voy a Extremadura en primavera!