sábado, 19 de enero de 2008

Encarna Jiménez de la Cruz


Encarna Jiménez de la Cruz nació en Ribera del Fresno (Badajoz) el 19 de diciembre de 1951 en el seno de una familia de pastores. Según ella misma confiesa, su infancia fue la etapa más feliz de su vida. A ella hacen referencia la mayor parte de sus poemas en los que evoca los paisajes de su Extremadura natal. De niña su vida transcurría en el campo y a penas alcanzó a ir durante tres veranos a la escuela. Aunque el no tener estudios marcará su incursión en el mundo literario, esas pocas lecciones serán sufiecientes para despertar su curiosidad por la lectura, años más tarde, y desarrollar sus cualidades como poeta.

Con 14 años se marchó con unos familiares a Puigcerdá para trabajar como canguro aunque dos años más tarde regresaría a casa. Al alcanzar la mayoría de edad, Nicanor, su padre, uno de los hombres más importantes de su vida, murió repentinamente. Al poco tiempo Encarna se marchó a trabajar a Madrid como asistenta doméstica, oficio que ya nunca abandonaría. Un año después se trasladó junto a su madre, Fermina, y sus hermanos, Maria de los Ángeles, Rafael y Juan José, a Cataluña. Vivieron durante un tiempo en La Roca (Barcelona) pero acabaron fijando su residencia, hasta el día de hoy, en Granollers, una localidad cercana.

En Cataluña se casó con Manuel y tuvo dos hijos Alejandro y Miguel Ángel. Sus hijos no eran muy buenos estudiantes y este hecho, a parte de disgustos, provocó su inserción en el mundo literario. Paco Galán, paisano y profesor particular sus hijos, compartía con Encarna la pasión por la poesía. La extremeña le animo a publicar sus escritos y en 1987 editaron conjuntamente Amalgama de Vivencias, el primer libro de poemas de Encarna. Iniciaba así su carrera como escritora a los 36 años.

Encarna se considera una artesana y trata de pintar con palabras sus recuerdos, anhelos y sentimientos. Nunca ha presumido de ser una gran escritora y no trata de disimular su origen sencillo y humilde y ese es, precisamente, el mayor atractivo de su obra. Sus poemas son bellos sin necesidad de palabras cultas y rebuscadas. Siempre tiene un trozo de folio para recordar a sus seres queridos, los que se han ido y los que aun están, y sobretodo, para evocar los paisajes extremeños que tanto le recuerdan a su infancia. Aunque algunas personas creen que Encarna escribe únicamente poemas sobre Extremadura, lo cierto es que en sus libros pueden encontrarse también poemas dedicados a otros temas como el amor y la denuncia social.

La temática sobre Extremadura, a parte de ser una de sus preferidas por haber tenido que emigrar de su tierra siendo muy joven, ha hecho posible que varias instituciones extremeñas dedicadas a fomentar la cultura de esta comunidad hayan editado algunos de sus libros, aunque no todos. El resto los ha editado Encarna con los pocos ahorros que ha conseguido juntar después de toda una vida de duro trabajo. Es por este motivo que, desgraciadamente, nunca ha podido dedicarse en exclusiva a su vertiente artística (a parte de la escritura también ha hecho sus pinitos como pintora y es muy aficionada a la costura) y ha tenido que enfocarla casi como un hobbie.

Tras su carta de presentación, Amalgama de vivencias, debutó dos años más tarde en solitario con Auras Perdidas. En 1997 llegaría Sarmiento en verso y en 2003 su último libro de poemas Volar sin alas. Con los años Encarna no sólo ha ido diversificando su temática sino que también ha ido madurando como escritora. Prueba de ello es que su último libro, Cuentos de Pastores, no es una recopilación de poemas sino, como su nombre indica, de cuentos populares que Encarna recuerda de su infancia.

En los aproximadamente 20 años que lleva en activo como escritora ha
participado enérgicamente en la vida cultural extremeña tanto dentro como fuera de ella a través de las asociaciones culturales extremeñas repartidas por toda Cataluña. Ha acudido a innumerables festivales de poesía y ha sido galardonada en varias ocasiones

Hoy Encarna pasa por uno de sus momentos más dulces tanto en lo personal, dedicada por completo a su nieta Diliani, como en lo profesional

AURAS PERDIDAS

Proclama

Que nadie abra la boca
para hablar mal de mi tierra
que el manantial de mis venas
es pura savia extremeña.

El renegar de la madre
y el renegar de la tierra
es todo la misma cosa
¡Que se apunte eso quien quiera!

¿Qué no te labran tus hombres?
¿Qué tu pueblo no te quiere?
¿De dónde han sacado eso?
Me lo digan frente a frente.

Porque son tus hombres rudos
pero nobles y valientes
y no le temen a nada,
ni al sol ni al frío inclemente.

Y no es porque no te quieren
por lo que tu gente emigra,
es, y que quede bien claro,
porque está mal repartida.

Te tienen cuatro caciques.
Cuatro caciques tiranos
que te tienen maltratada
y atada de pies y manos.

Es hora de hacer justicia,
de dejar de lamentarnos.
Tenemos que conseguir
expropiar a esos villanos.

Porque ellos son los culpables
de que hayamos de marcharnos
y ya engordaron bastante
con nuestro sudor, hermanos.

Defendamos nuestra tierra
con ahínco con afán,
¡basta ya de humillaciones!
¡Que nadie te agravie más!

Luchemos todos unidos
con armas de libertad.
Consigamos que los pueblos
nunca tengan que emigrar.

Talvez un día, no lejano
si logramos regresar, a bichos de mala madre
podamos despellejar.

Te llevo dentro del alma.
De niña aprendí a quererte
y mi pluma, como espada,
será para defenderte.

Porque me hice poeta
y mi pecho es una fuente
para cantar la grandeza
de mi tierra y de mi gente.


3 comentarios:

JP Nora dijo...

SENCILLAMENTE "PRECIOSA"
UN ABRAZO

Paco Dueñas García dijo...

Hola Encarna, soy Paco Dueñas, enhorabuena por la gran presentación de tu blog.
Estoy empezando a leer tu libro CUANDO DUELE EL ALMA. Resulta sencillo de leer, es muy claro y yo creo que el lector puede entrar perfectamente en tus sentimientos.
Todo recuerdo, toda añoranza es siempre un balance, y todo balance debe de ser siempre un punto de partido para lo que todavía nos queda por vivir. Un fuerte abrazo.

Unknown dijo...

Un poema precioso, felicidades!