Se calcula que fue hacia el siglo IX cuando se asentó allí un grupo de bereberes que se dedicaba tanto a la artesanía como al contrabando, lo que supuso que el asentamiento se desarrollara favorablemente, sobre todo a causa de las primeras ferias comerciales que, con gran éxito, comenzaron a celebrarse en el lugar.
Fernando III, artífice de la reconquista de la mayor parte de
Su industria de motores de riego posee una singular relevancia dentro de la región, como las importantes ferias, que cada vez tienen mayor resonancia en todo el territorio nacional.
De entre sus ferias destaca la de San Miguel, celebrada en el mes de octubre y cuyo origen se remonta al siglo XV. De contenido principalmente ganadero y agrícola -a la que se añaden diversas actividades culturales durante su celebración- y a raíz del V centenario del Descubrimiento, ha adquirido carácter internacional. Su lema “Ven a Zafra, tendrás mucho ganado”, resulta de lo más acertado. La artesanía de la zona también ha ocupado durante mucho tiempo un lugar destacable en cuanto a la fabricación de artículos de cuero, como cinturones o bolsos, aunque, eso sí, tal actividad ha decrecido mucho en los últimos años.
Y centrándonos ya en el legado artístico que alberga la ciudad, Zafra conserva, gracias a la floreciente economía que ha sido protagonista durante toda su historia, un amplio catálogo de monumentos. Comenzando por el Alcázar se inicia una ruta que hay que realizar con calma, pausadamente, sin dejar de observar ningún detalle, por pequeño que sea, ya que todo Zafra está plagado de elementos artísticos de una belleza y un encanto quizás únicos.
Este Alcázar (siglo XV), que posee un magnifico patio diseñado por el arquitecto Juan de Herrera, perteneció a los Duques de Feria, Lorenzo Suárez de Figueroa y María Manuela, cuyos escudos familiares aparecen en la portada.
Cerca, en la plaza del corazón de María, se halla la casa del Marqués de Solanda, que fue construida en un elaborado estilo mudéjar, y a poca distancia de ésta la iglesia de Santa Marina, perteneciente a un interesante convento del siglo XVI. En la calle Sevilla hay otro convento de mayor importancia, el de Santa Clara, fundado por el primer señor de Feria en el siglo XV. En su magnífico interior existe una gran colección de objetos artísticos, como es el caso de la talla en alabastro de
En la calle Santa Catalina se hallan dos emblemáticos monumentos: el Hospital de Santiago (siglo XV), con fachada de granito, y el convento de Santa Catalina, del siglo XVI, que entronca con la arquitectura mudéjar y morisca. El arco de Jerez, apuntado, constituía una de las puertas de la antigua muralla que rodeaba a Zafra, de la que hoy prácticamente no se conserva nada. A través de este arco se iba a Jerez de los Caballeros, localidad cercana a Zafra.
En la plaza Pilar Redondo se halla el antiguo convento de Santa Cruz, hoy sede del Ayuntamiento, el cual aún conserva su viejo claustro.
Y para terminar nuestra monumental visita, en el suroeste de la ciudad aparece el interesante convento del Rosario, cuyo interior llama la atención por la bóveda, construcción de particular interés, y además por la imagen del Cristo del Rosario, del siglo XVI.
Con todo, los encantos de Zafra son interminables, para descubrirlos hay que visitarla.
Durante el pasado año, Zafra ha recibió 67.500 turistas
Así se desprende del balance estadístico de 2007, en el que se destaca además que entre los turistas españoles, la procedencia ha sido diversa, aunque principalmente llegados de Extremadura, Andalucía, Madrid y Cataluña.
La localidad pacense de Zafra recibió en 2007 un total de 67.527 turistas, lo que supone 7.982 más que el año anterior. De ellos, 61.569 turistas son nacionales y 5.958, extranjeros. Esta cifra supone casi 8.000 más que el año anterior.
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