lunes, 5 de noviembre de 2007

EXTREMADURA

Extremadura, cuya superficie es casi la mitad de la de Castilla La Mancha y cuya población rebasa el millón de habitantes, también es una de las regiones de la Península cuyos pobladores están dotados de un especial carácter. Y no resulta nada extraño si tenemos en cuenta, además de su configuración geográfica y climatología, algunos factores históricos que han incidido grandemente en su destino. Extremadura separa las tierras de Castilla de las de Portugal y Andalucía, cubre un vasto territorio surcado por varios ríos importantes, y podríamos decir que a lo largo de su historia ha hecho el papel de colchón en los frecuentes encontronazos entre intereses derivados de tan variopintos pobladores y dominadores como en todas direcciones han cruzado sus caminos. Vivió momentos de gloria en tiempos del gran imperio romano, tuvo también periodos de importancia en el transcurso de la Edad Media, y en el Renacimiento sus hombres se volcaron en el descubrimiento de nuevos mundos por todo el planeta. La historia la llevó hasta el siglo XVI habiendo alcanzado un extraordinario esplendor y gran riqueza, pero hizo que su decadencia comenzara al poco, y que a partir del siglo XVII y hasta bien entrado el siglo XX sus tierras y gentes se sumieran en el mayor de los atrasos culturales y sociales. Sin embargo, Extremadura es hoy una comunidad que ha tomado con firmeza las riendas de su destino y que interpreta con fuerza su papel en el concierto de los gobiernos autonómicos de España. Además, se trata de una tierra en la que sus habitantes han puesto un especial cuidado en conjugar de modo armónico su dinámico presente con su vasto e importantísimo legado histórico y artístico.
El clima de la región extremeña está influenciado por la cercanía del océano Atlántico y su ubicación en plana meseta, aunque con claros rasgos y características del clima mediterráneo. Dos grandes ríos atraviesan estas tierras extremeñas, el Tajo y el Guadiana, utilizándose sus aguas tanto para riegos agrícolas como para producción hidroeléctrica.
Una de cosa que se puede contemplar habitualmente en Extremadura es, en el cielo, águilas y buitres; en la tierra, ciervos y jabalíes.









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